Musicoterapia conspiranoica (El rinconcito)


Tenía escasos 16 o 17 años cuando Sonia López “La chamacona de oro” graba con la Sonora Santanera de Carlos Colorado el llamado Disco Azul; según la leyenda urbana, los padres de Sonia se negaron en un inicio a que participara, pero afortunadamente para los melomanos como su “servilleta”, esa negativa fue endeble y en 1962 sale a la luz esta maravilla, los 12 temas son una joya.

Así que en mis ratos de musicoterapia escuchaba de principio a fin este disco cuando de repente tras una candenciosa intro aprece una voz melosa y meláncolica que reclama:  

 

El rinconcito que dejaste abandonado / No lo he llenado porque se que volverás / Cuando. comprendas que tu amor equivocado / Se fue buscando lo que en mi solo hallaras

 

Y así prosigue por espacio de dos minutos, una vez que el mazazo musical pasa, vuelvo a poner El rinconcito, entonces sonrío, los papás de Sonia tenían razón de negarse en un principio, ¿cómo que el ‘rinconcito’ que dejaste abandonado?... No lo he llenado "¡Escándala!".



Y en ese escuchar conspiránoico de repente escuchó El nido

 

Oye, espero tu regreso / Desde el último beso no he podido vivir / Mira, tu amor me esta matando. / Y el nido esta esperando / Tú tienes que volver 

 

¡Sonia por favor!  --por cierto conocí a una chica de nombre Sonia hace algunos ayeres en Mazatlán haciendo mis labores peridísticas, saludos, saludos--, ¿el nido sigue vacío?, era el incio de los años 60 y esa confrontación generacional era más evidente de lo que es hoy, además siempre dijeron, dicen y dirán que los “viejos tiempos” fueron mejores. “Hey pa fuiste pachuco. También te regañaban” sentenciaría La Maldita Vecindad y los hijos del 5º Patio en la última década del siglo pasado con su Pachuco.

 

Que el rock es sexo, drogas, bueno habrá que escuchar con atención las letras de boleros, cumbias, baladas, y canciones que parecen dar un mensaje de inocencia, candidez, amor puro, ¡mis polainas! 

 

Para 1965 un rockero jalisciense avecindado en Mazatlán – otra vez Mazatlán—canta en La rajita de canela

 

A Marina le gustaba, le gustaba la canela / Y yo siempre le tenía su rajita de canela. / Ella siempre me decía: "No te lo puedo dar" / No te la puedo dar, que te puede quemar/ Que te puede quemar, es como la candela

 

Mike Laure fusiona el rock, los ritmos caribeños, incluso la música de banda, para que a ritmo de cumbia pedir la “rajita de canela”, y bueno creo que al susodicho le funcionó, no lo dudo. 

 

En esa reflexión de osiocidad empezó a llegar a mi atolondrada cabeza un sinnumero de canciones que de repente se le cae el velo de mensaje amoroso y se descubren escenas de un alto contenido erótico; dicen: el que hambre tiene en pan piensa. 

 

Pero que les evoca esto que compuso el gran Pablo Milanés en el Breve espacio en que no estasTodavía quedan restos de humedad, / sus olores llenan ya mi soledad, / en la cama su silueta / se dibuja cual promesa / de llenar el breve espacio / en que no está… “no lo sé de cierto solo lo supongo” --como diría el poeta Jaime Sabines-- me evoca de inmediato al rinconcito abandonado de la ya mencionada Sonia López, solo que a ritmo de trova. 

 

Sí, sí me podrán decir que es el desamor, que el corazón está vacío, herido, pero si José Alfredo Jiménez Sandoval crea una oda a su carro Chrysler Imperial New Yorker 1957 a través del Corrido del caballo blanco, o esa maravilla de Tres regalos no es más que una descripción de una premiación a un concurso de belleza: ¡Ay, pero quiéreme! / Sólo basta una sonrisa/ Para hacerte tres regalos / Son el cielo (un vuelo), la luna (una noche) y el mar (en una playa), éste último dato lo escuché del melomano por excelencia Jaime Almeida (qepd), quien narró la historia, lo cual, ¡claro!, vino a desmoronar mil noches de romantícismo para entender que todo el vil materialimo.

 

Pero también caigo en la cuenta que no es tanto el mensaje, si no cómo se cuenta ese mensaje: no es lo mismo como lo escribe el "Flaco de Oro", Agustín Lara, y su Aventurera Vende caro tu amor, aventurera / Dale el precio del dolor, a tu pasado / Aquél, que de tu boca la miel quiera / Que pague con brillantes tu pecado/ Que pague con brillantes tu pecado a lo que dice el General el padre del reggeaton son Te ves buena¡Mami! Quiero que sepas que tú te ves buena / Y no he visto a ninguna mujer verse más buena que tú en mi vida entera / So quiero que cojas esto, ey. 


El argumento posible es: son épocas distintas, puede ser, pero si existe una gran, gran diferencia en decir las cosas

 

El medio es el mensaje dice Marshall McLuhan o no “mates al mensajero”, por que no me imagino las canciones que interpreta Sonia López con otra cantante, como sucede con el “Principe de la canción” José José con el El triste; nadie, absolutamente nadie la podrá interpretar como lo hizo en II Festival de la Canción Latina antecesor del OTI, en el Teatro Ferrocarrilero, era 1970, Roberto Cantoral, compositor de la canción años después dijo que esa canción la escribió tras la muerte de su mamá, pero todos sabemos que si escuchamos “El triste” es presagio de amanecer en alguna de las playas de nuestro bello México. 

 

Y bueno que sería de las composiciones de Manuel Alejandro sin los y las interpretes de le dieron otra dimensión a sus creaciones, por ejemplo  Guadalupe D’Alessio cuando canta: Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo / Que mi cuerpo no tiembla de ganas al verte encendido / Y tu cara y tu pecho y tus manos parecen escarchas / Y tus besos que ayer me excitaban no me dicen nada, aquí en Lo siento mi amor no hay poesía es derecha la flecha, pero la manera en que canta la Señora D’Alessio es inigualable. 


Pero volvamos a la poesía o a una sesión de “manoterapia” con Armando Manzanero y Voy a apagar la luz: Voy a apagar la luz / para pensar en ti, / y así dejar volar a mi imaginación. / Ahí, donde todo lo puedo, / donde no hay imposibles, /qué importa vivir de ilusiones /si así soy feliz. Manzanero le da rienda suelta a a la imaginación de los imaginantes que apagan la luz. 

 

Alberto Aguilera, Adán Luna, Juan Gabriel, para los compas “Juanga” hizo de sus creaciones himnos para todos, todas, todes, interpretes varios, y él, bueno, él le puso más sabor y si no habgan una inmersión en YouTube y verán de lo que les habló pero sobre todo en esa rola que lleva por nombre Inocente pobre amigo: …Sobre aviso, no hay engaño y sé muy bien que ya te vas / Dile a ese que hoy te ama que para amarte nada más / Que para eso a él le falta / Lo que yo tengo de más, he sido testigo de como los despechados, despechadas y despechades, “berrean” a ritmo de “Juanga” para rematar: …Que para eso a él le falta / Lo que yo tengo de más… “lo que se ve no se pregunta” frase para la posteridad.

 

Y si nos remitimos al idioma de Shakespeare, el inglés, ¡ah bueno!, quienes mascan el idioma como chicle motita no tienen problemas y se ríen de aquellos que como yo “washa washean” o más elegantemente práctican el ‘spanglish’, hay canciones bastante lugubres y directas que bien parecen una dulce “power ballad”, o una melodiosa y pegajosa “música bubblegum”, pero el ritmo de la música nos genera otros paisajes, otras imágenes y resulta ser que son todo lo contrario de lo que imaginamos: Lola de los Kinks es la historia de un travesti, Gloria de The Thems es la crónica erótica de sexo salvaje, que Jim Morrison y The Doors elevan esta rola a otra dimensión; Maxwell’s silver hammer, de los (sobrevalorados) Beatles, es la historia de un asesino serial, pero bien parece una canción de cuna. Y si la memoria no me falla, que es muy probable, Alone again (Naturally) de Gilbert O’Sullivan es una peculiar despedida de este mundo con mucha melcocha.   

 

Regresmos al idioma de Cervantes, la melodía en muchas ocasiones esconden letras que hoy en la época de la dictadura de lo políticamente correcto espanta a cualquier: Viviendo de noche de Veni Vidi Vici, es la crónica de un choque; El final, de Rostros ocultos, descubriendo una infidelidad y bueno imaginense aquella de Los Amantes de Lola: Beber de tu sangre.  

 

Esas sesiones de musicoterapia conspiranoica es muy sana para mi salud mental, por que es muy probable que todo sea invención mía en esta pared blanca de colchones y de esta camisa de fuerza que me hace bailar solo las neuronas asi lo dijo Gabriel Siria Levario, el Señor de las Sombras, Don Javier Solís: Si me llaman el loco / Porque el mundo es así. 

 

Y ya para cerrar volviendo con la “Chamaca de oro” lo que me imaginó con estos versos: Quiero relatar lo que a mí me sucedió / Cuando la otra noche mi sueno se turbó/  Un hombre parado con algo me apuntó/ Encendí la luz cuando vi que ere un ladrón/ Cuando me miró, yo temblando lo miré/ Cuando se acercó, yo sin habla me quedé/ Salga de la cama enseguida me ordenó/ Yo lo obedecí y verán lo que pasó… 

 

¡Sonia por favor!

 


 

PD: Recomendable que visiten https://www.600discoslatam.com ahí podrán sumergirse en el mundo musical para despues darse una buena sesión de sanacion 

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