O Rei

No vi jugar a Pelé nací demasiado tarde. Sin embargo en cualquier charla futbolera siempre salía a relucir esa sencilla palabra de dos sílabas que transmitían magia: Pe-lé. 

 

Edson Arantes do Nascimento, vistió tres camisetas: Santos, que lo debutó siendo un escuincle, la verdeamarela los colores de su país, Brasil, que lo convocó siendo un adolescente para convertirse campeón en tres ocasiones: Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970. Y la del Cosmos de Nueva York. 

 

Pero vistió una camiseta más y esa fue en la pantalla al ser parte del elenco de la película de 1981Victory que en México se le tituló: Escape a la victoria, esas épocas de los “spoilers”, es dirigina nada más y nada menos que por John Houston, con música de Bill Conti, actúan Michael Caine, Sylvester Satallone, ellos como el soporte actoral, además de jugadores de la talla de Osvaldo Ardiles, Bobby Moore (ambos campeones del mundo), y por supuesto Pelé que le dan el nombre de Luis Fernández, un cabo de origen puertorriqueño o dominicano, ¡en fin! era de Trinidad y Tobago y que aprendió a jugar futbol con naranjas, la banalidad de Hollywood.

 

Es la historia de jugadores que se encuentran recluidos en un campo de prisioneros alemana durante la Segunda Guerra Mundial, la historia está basada en un hecho real, pero las historias “hollywodescas”, tienen que hacer del protagonista “gringo” el héroe y salvador de la humanidad. El hecho real es más oscuro y lúgubre de lo que vemos en la pantalla, ¡pero bueno!

 

A lo que voy es que ahí es donde vi jugar a Pelé, claro con todas las licencias cinematográficas existentes se puede ver al Cabo Luis Fernández mostrar sus habilidades ante la anodina defensa alemana, bueno en la vida real O Rei así lo hizo, existe un vídeo en donde el Santos de Brasil tiene un duro enfrentamiento ante el Eintracht Frankfurt, hagan la inmersión en YouTube y verán cómo se jugaba en esa época. 

 

En fin las actuaciones no son dignas de un premio de la Academia, ni mucho menos Michael Caine, hace su chamba, “Sly” pues aún no se quita los guantes de Rocky, y los futbolistas, pues son futbolistas. Hay drama, hay un poco de suspenso, pero lo mas chingón de ese filme ochentero es cuando en cámara lenta Pelé anota un gol de chilena que le da el triunfo al equipo de reclusos, el desenlace de la historia ya es lo de menos porque mientras eso ocurría, y el balón se mecía en las redes los asistentes nos paramos, aplaudimos y gritamos el gol. 

 

Era 1981 o tal vez 1982 cuando esa película circulaba por los cines de México, yo vivía en aquellos años en la Colonia El retoño, fui con mi hermano Beto y mi tío Emiliano, quien nos llevó a la matiné del Cine Churubusco. Tras finalizar la función con esa descarga de adrenalina decenas de chavalos salimos queriendo ser Pelé, por supuesto, y uno que otro despistado querían imitar al Capitán Robert Hatch, el portero al que le da vida Stallone, en fin cada quien con sus manías. 

 

Después de eso Edson Arantes do Nascimento se convirtió en un referente obligado para mi incipiente afición por el balompié, empece a consumir mucho material futbolero, revistas, periódicos, libros, y tal vez el éxtasis llegó cuando en el Museo Rufino Tamayo, en la Ciudad de México, montaron una exposición sobre este deporte: fotos, pinturas, esculturas y vídeos, claro no podía faltar los de Pelé, sobre todo los de México 70. 

En está época en la que se debate y discute que si Messi, Cristiano Ronaldo, Mbappé, Maradona, Cruyff, y un largo etcétera, en lo que a mi respecta Pelé es el número uno ya después pongan a los demás en el orden que cada quien desee, 

 

Hoy, 29 de diciembre de 2022, a los 82 años el que es considerado el mejor jugador de la historia del futbol se despide de este mundano mundo para reunirse con las estrellas. Hasta la inmensidad O Rei.