Viajo luego existo

Quinceañera mi quinceañera conserva mi quinceañera tu inocencia hasta morir (Quinceañera / Los Lagartos) Cuando me dicen 15 años, lo que me viene a la mente es la fabulosa novela del tepiteño Armando Ramírez, en donde narra las peripecias de Alejo por conquistar a la precoz Cecilia, pero por las ineptitudes de Alejo y las ganas de Cecilia, el ganón fue otro, esta novela editada a finales de los años 80, me hizo ponerme en los zapatos del inocente Alejo y de Cecilia, de ella luego hablamos… eso es lo que me viene a la mente a ver el número romano que designa los 15, XV. Mientras sacaba a flote mis estudios de bachillerato y de Universidad, ejercí el noble oficio de mesero, mucho antes de exigir el 10 por ciento de propina, los asistentes a las fiestas además de recompensarnos con unos pesos más en muchas ocasiones nos regalaban algunas botellas, pastel o de plano nos pedían que nos integrarnos a la fiesta, y el niño es risueño y le pican la panza, pues terminábamos siendo parte del fest...

Me arranco las insignias Prohíbo todo rango Mi cuello tiene precio (La duda/ KGB) ¡Umta madre! ¿Quién chingados se le ocurre fundar una colonia en la cima del cerro?, decía en voz alta, reclamándole al aire que le faltaba y ¡por qué se llama Virgencitas si eso no existe!     Gruesas y abundantes gotas de sudor le recorrían el rostro. Hacía pausas para tomar aire. Le costaba retomar el ritmo, pero ahí iba sin perder su objetivo. Aunque le dijeron que memorizara las palabras clave, veía de vez en vez el papelito en donde las anotó ese trio de palabras.   “Mariposa de seda”. Entonces lo invadía esos ataques de ansiedad, que eran más frecuentes, a sus casi 40 años, la boca se le secaba, sacudía las manos, se rascaba la cabeza, veía con desconfianza a todo mundo. ¿ Mariposas de seda ? ¿¡Qué caramba significa eso!?   Siguió su paso, el sol no menguaba, en el cielo azul no se asomaba ni una tímida nube para eclipsar, aunque sea brevemente, al astro rey.    ¡Pinche...