Los gustos culposos en los tiempos del Coronavirus

Lo sostengo cuando confiesas tus gustos culposos, éstos dejan de serlo. Así que en estos días de confinamiento voluntariamente a la fuerza he explorado algunos recuerdos que parecían sepultados en la memoria, pero esto de no salir a la calle para hacer una vida normal nos ha convertido en animales en cautiverio, extrañamos la libertad de no hacer nada a pesar de no hacer nada, en efecto esto de echar la “güeva” tiene su chiste. Pues bien, uno de los retos era leer, leer y leer, pero al iniciar al Quijote de la Mancha en la búsqueda de la tan mentada cita “…deja que los perros ladren que es señal de que vamos avanzando”, decidí pausar la misión por unos días para tomar fuerza poder terminar las mil seiscientas y pico de páginas de una edición de aniversario, ¡en fin! El estar conectado de manera permanente en la red, durante este cautiverio nos pone al filo de una sobredosis de información, misma que puede generar un coma de noticias falsas, o si lo quieren agringar de la...